Ya sabes cómo es ahora, estás entre llamadas de Zoom y algo caliente aparece en tu cuenta de Twitter, al minuto siguiente no puedes controlar la reacción en tus pantalones.

Esa es solo una de las bellezas de trabajar desde casa; puedes masturbarte en tu escritorio sin un caso de conducta sexual inapropiada.

Aunque no podemos negar que entre el aburrimiento y la falta de contacto sexual se ha convertido en un hábito excesivo; hay algunos días en los que acumulamos cuatro o cinco sesiones … y luego hay días en los que no somos productivos.